Desde hace algún tiempo la expresión “sin gluten” llega cada vez más nuestros oídos y aparece en más etiquetas de productos alimentarios.
El gluten es una glucoproteína que se encuentra presente en algunos cereales, principalmente en el trigo, la cebada y el centeno. Tiene escaso valor nutritivo, pero por contra, las materias primas con gluten son importantes para la industria alimentaria por sus características como emoliente y agente gelificante. Generalmente, los productos con gluten, tienen mejor palatabilidad que productos similares sin gluten.
En las últimas décadas el consumo de gluten en la población mundial ha ido en aumento, siendo una de las causas la importancia que tiene para la industria alimentaria, lo que ha hecho que aparezcan cultivos modificados de trigo que expresan mayor cantidad de gluten. Por otra parte, el aumento en el consumo de azúcares también parece implicar un mayor aumento en el consumo de gluten (por los procesos industriales) y un deterioro de la flora intestinal.
Enfermedades causadas por el gluten
Son varias las patologías relacionadas con el gluten. A grandes rasgos podríamos destacar la enfermedad celíaca, la alergia al trigo y la sensibilidad al gluten no celíaca. Siendo la primera y última entidad las de mayor prevalencia.
La enfermedad celíaca puede ser definida como un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.
El ejemplo típico de esta patología serían niños delgados, muchas veces con vientre excesivamente hinchado, malos comedores y con enfermedades recurrentes (infecciones, dermatitis…) e incluso que presentan estancamiento en su crecimiento. El diagnóstico de esta patología no queda sólo circunscrita a edades tempranas; se describen nuevos diagnósticos de esta enfermedad en la edad adulta.
En los últimos años, una nueva patología asociada tiene cada vez más incidencia en la población, es la denominada sensibilidad al gluten no celíaca. El diagnóstico puede resultar muy difícil e incluso dilatarse mucho en el tiempo. La fisiopatología de esta enfermedad es diferente a la de la enfermedad celíaca, así como los síntomas, que pueden ser muy variados; desde síntomas intestinales (dolor, diarrea, náuseas, intestino irritable) hasta síntomas cutáneos (eritrema, eccema), dolor de cabeza, dolor articular, lesiones musculares repetitivas, problemas de atención, depresiones o anemia, por ejemplo.
El posible papel de la flora intestinal (microbiota) en el desarrollo de las enfermedades causadas por el gluten no se conoce todavía con exactitud, pero existen indicios que apuntan a ésta como un posible factor clave en el desarrollo e incluso en el tratamiento de estas enfermedades, si bien, el tratamiento de este tipo de patologías consiste en llevar una alimentación libre de productos sin gluten.
Sobre el papel de la flora intestinal, hay que tener en cuenta que la cantidad de células que la componen, se calcula que es 10 veces superior a las células del organismo. Los metabólicos de las bacterias que componen la flora intestinal respaldan funciones digestivas y ayudan a mantener el sistema inmune. Hay un gran porcentaje de la flora intestinal que es común a la especie humana y un porcentaje pequeño que es variable para cada individuo y que responde al tipo de nacimiento que éste ha tenido (cesárea o parto vaginal), la edad, la genética, el consumo de medicamentos y el tipo de alimentación que se lleve (cantidad y tipo de fibra vegetal, consumo de azúcares…).
Algunos científicos defienden que las dietas libres de gluten ejercen un papel positivo sobre el estado de salud de toda la población y no solamente en aquellos pacientes con enfermedades relacionadas con el gluten. A día de hoy, no existe evidencia científica para extender la recomendación de no tomar gluten a toda la población. También es cierto, que no son pocos los individuos, que sin tener un diagnóstico de enfermedad relacionada con el gluten, deciden eliminarlo de sus dietas y relatan encontrarse mucho más vitales y saludables.
El gluten y el deportista: molestias gástricas y aumento del rendimiento
En el año 2011 el tenista Novak Djokovic realizó lo que se considera la mejor temporada protagonizada por un tenista profesional; ganó 43 partidos de forma consecutiva, 10 títulos y 3 Grand Slams. Hasta la fecha, Djokovic era un jugador muy irregular aquejado de constantes problemas de salud. El propio tenista confesó que para él el gran cambio fue iniciar una dieta sin gluten; ello le permitió perder unos kilos y encontrar un rendimiento que hasta la fecha sólo lo había podido demostrar en muy pocas ocasiones.
Este hecho supuso el inicio de una tendencia a eliminar el gluten de las dietas de los deportistas con el fin de lograr un mayor rendimiento deportivo. Sin embargo, actualmente no existen estudios contundentes que demuestre el efecto ergogénico de las dietas libres de gluten.
Por otra parte, de sobra es conocido que muchos deportistas, especialmente los que practican deportes de resistencia, tienen una incidencia importante de molestias gástricas e intestinales. Además, durante la práctica de ejercicio físico tanto de intensidad como de gran duración, el sistema digestivo y en concreto la flora intestinal, son órganos que son sometidos a un importante estrés. Para minimizar estas molestias, sí puede ser recomendable y razonable, el eliminar el gluten de aquellos alimentos y suplementos que se ingieran antes, durante y después del ejercicio.
Así pues, cabe destacar que numerosas marcas de nutrición deportiva, empiezan a sumarse a la tendencia de introducir productos en el mercado libres de gluten e incluso lactosa.
No me gustaría terminar sin antes no incidir en algunos aspectos:
– Las enfermedades relacionadas con el gluten no se centran sólo en molestias a nivel gástrico o intestinal. Pueden tener diversas y variadas manifestaciones.
– Existe una sospecha que la mayor ingesta actual de gluten puede relacionarse con el desarrollo de algunas de estas patologías, así como el estado de la flora intestinal.
– El diagnóstico siempre debe realizarlo un profesional médico
– Consulta con un profesional acerca de las dietas sin gluten
– El tratamiento de las patologías relacionadas con el gluten es eliminarlo de la dieta
– Eliminar el gluten de la dieta no tiene efecto ergogénico
– Puede resultar razonable eliminar el gluten de alimentos y suplementos deportivos en competiciones o entrenamientos intensos, ya que el sistema digestivo y la flora intestinal se someten a un importante estrés
¡Nos vemos en próximas entradas!