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ToggleLos esfuerzos de alta intensidad aumentan la posibilidad de sufrir problemas en nuestro sistema digestivo, se hace pues necesario prestar atención a aquellos alimentos que causan estos problemas y nos pueden apartar de cumplir con nuestros objetivos.
Los problemas gastrointestinales son una de las dolencias más comunes entre los deportistas de resistencia. Se calcula que entre el 70 y el 90% de atletas con experiencia en la larga distancia han sufrido problemas estomacales en competición.
Se dice que hay 2 tipos de fondistas, los que han sufrido del estómago y los que aún no. Las dolencias que se derivan son múltiples, desde gases, calambres, ardor, hinchazón o digestiones pesadas, hasta diarrea, vómitos, nauseas y deshidrataciones severas a consecuencia de ello.
Es por ello que cabe tomar en cuenta situaciones o prácticas que pueden perjudicarnos y provocarnos estos contratiempos:
1. Intolerancias
Parecerá obvio pero ¿Estás seguro de que no padeces una intolerancia?
La intolerancia alimentaria es una reacción adversa al consumo de determinados alimentos que se produce fuera del sistema inmunológico. Se puede manifestar de distintas formas, una de ellas son los problemas estomacales.
Gluten y Lactosa son las intolerancias más comunes. Pero puede darse el caso de que otros alimentos provoquen sensibilidad en nuestro organismo, nuestro consejo es que si experimentas problemas constantes acudas a un especialista para que te practique las pruebas pertinentes.
2. Entrenar después de comer
Darle doble trabajo a tu cuerpo no es una buena idea.
Entrenando mientras el sistema digestivo está a toda máquina estás comprando todos los boletos para tener un problema. No sólo por el hecho de que estarás dividiendo el aporte de sangre entre tus músculos y tu estómago, además no digerirás bien los alimentos, limitando el aporte de nutrientes y propiciando un mal tránsito intestinal.
3. Una dieta poco adecuada
«Es el día de la D, necesito energía, voy a ponerme morado»
Cuantas veces hemos oído esto, precisamente el día de la prueba es el momento en el que más debes prestar atención a lo que comes, no hacer experimentos y seguir con los mismos hábitos alimenticios que durante todo el periodo de preparación. Si quieres que tu cuerpo reaccione igual de bien que cuando entrenabas dale la misma gasolina.
Debes evitar la ingesta de fibra y grasas, con esto estás propiciando una diarrea, del mismo modo que comidas que estén altamente condimentadas, haciendo esto estás acelerando el proceso digestivo cuando lo que te interesa es la estabilidad.
4. Tomar medicamentos antes del esfuerzo
A menos que tu médico lo recomiende evita tomar cualquier tipo de medicamento antes de la prueba.
Los trucos de la vieja escuela como mezclar una aspirina con cola para evitar el dolor de piernas únicamente conseguirán que te vayas piernas abajo. Antiinflamatorios, antibióticos y otras drogas tomadas previas o durante el esfuerzo tienen un efecto cuestionable sobre el rendimiento y una alta probabilidad de provocar problemas intestinales.
5 Abusar de los azúcares durante el esfuerzo
Si bien el aporte puntual mediante geles es beneficioso en picos de esfuerzo abusar de la fructosa y la glucosa puede dejarnos fuera de carrera más fácilmente de lo que creemos.
En este post os hablábamos de cómo evitar la tan temida diarrea osmótica, uno de los factores que la propician es la ingesta excesiva de azúcares sin la hidratación adecuada. Por ello para esfuerzos superiores a 4 horas recomendamos combinar geles y bebidas energéticas con hidratos de carbono de bajo índice glucémico como la SUB-9 Energy Drink.