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ToggleRodrigo Rorro Morath, atleta, escritor y probador de material y productos deportivos, nos da 5+2 consejos sobre como afrontar los avituallamientos en larga distancia.
La nutrición en las pruebas es muy importante y si hablamos de largas distancias se vuelve crítica porque es prácticamente imposible terminar sin haber recurrido a alimentación suplementaria durante ellas.
Hay mil teorías, estudios, propuestas y productos, unos fundamentados, justificados y más o menos demostrados y, otros, son meras creencias, mitos o tergiversaciones, en muchos casos completamente erróneos.
El tema de la nutrición, alimentación, avituallamientos, etc. tiene una especie de “ciencia inexacta” que no depende sólo de la fisiología, biología, etc. “de laboratorio”, sino que debe adaptarse a cada individuo y sus particularidades.
Y, es más, aun teniendo los esquemas más o menos claros para un deportista en concreto, lo más probable es que haya que particularizar para cada situación concreta.
Pero no os preocupéis, no os vengáis abajo porque, aunque no haya “leyes inmutables e infalibles”, sí que hay muchos principios generales que nos pueden ayudar y que, aunque no tenemos la certeza de acertar, sí que pueden ayudar a minimizar la probabilidad de cometer errores.
Dicho esto, aquí tenéis una lista con 5 + 2 Morath – Consejos donde los cinco primeros son pequeñas recomendaciones generales y, los dos últimos los consideraría más bien axiomas o premisas:
1. No aceptes nada “porque sí”, sin haberlo probado por ti mismo.
Lee, estudia, escucha y aprende de los que saben, de los estudios que se publican en fuentes reputadas, de las experiencia de gente que conozcas y que sepa lo que hace, etc., pero pruébalo primero, experimenta y mira a ver qué tal te funciona. Por más que hayan demostrado algo en un millón de estudios, no tiene por qué irte bien a ti ni ser lo mejor para ti.
2. Prueba todo lo que puedas.
No te ciñas únicamente a un único producto, sabor, formato o ingrediente. Siempre que veas algo nuevo que no conoces y que creas que puede funcionarte, cógelo y pruébalo para ver qué tal te funciona porque nunca sabes cuándo puede aparecer una buena herramienta para tu “kit de nutrición”.
3. Haz del “prueba – error – aprendizaje” tu modus operandi.
Prueba, prueba y vuelve a probar. Fallarás mil veces y en algunas de ellas irás acertando así que la clave es que vayas intentando enderezar el rumbo poco a poco en función de lo que vayas observando y sintiendo.
4.Experimenta poco a poco, modificando las cosas una a una.
Si tocas muchas cosa a la vez, no sabes qué es lo que ha funcionado y lo que no así que intenta ir probando pieza a pieza.
5. Saca conclusiones teniendo en cuenta todos los posibles factores.
No tengas visión túnel, abre tu mente y piensa en todo lo que hay alrededor y en todo lo que ha podido tener influencia en lo que has probado o experimentado: temperatura, estado de forma, fatiga previa, interacción con otras cosas, etc.
Lo que te ha ocurrido (bueno o malo) ¿es debido a lo nuevo que has introducido? ¿o ha podido haber alguna otra cosa que haya tenido también algo que ver para hacer que el efecto fuera mayor / menor?
No hay que olvidar que somos un todo y que todas las piezas están interrelacionadas, que no es posible tocar una de manera aislada sin que se produzcan efectos colaterales en otras.
5+1. Se meticuloso pero adaptable.
Prueba, aprende, define tus propias estrategias nutricionales y llévalo todo preparado con todo lujo de detalle pero, cuidado, que no somos máquinas y, aunque lo fuéramos, hay infinidad de imponderables externos que pueden variar con lo que siempre vamos a tener un gran porcentaje de incertidumbre respecto a cómo nos vamos a encontrar y a qué nos vamos a tener que enfrentar.
Por lo tanto, es muy importante aprender a adaptarse sobre la marcha, tener planes B (e incluso planes C) y, lo principal, no perder nunca la compostura o ponernos nerviosos si toca pasar a esos planes auxiliares porque en la larga distancia forma parte del juego ya que es prácticamente imposible que todo salga desde el principio tal como lo hemos planeado.
5+2.Lo único imprescindible es el agua “limpia”.
Ojo, no estoy diciendo que podamos salir “a pelo”, sin nada más que una cantimplora con agua (o ni eso si hay por el camino fuentes o sitios donde beber) sino que me refiero a que el agua es algo que no vamos a poder obviar, que vamos a necesitar sí o sí mientras que todo lo demás, dependerá de la situación.
Por supuesto, lo recomendable (y lo más probable) es que tengamos que llevar más cosas (sales, alimentos energéticos, etc.) pero ahí tenemos margen de maniobra y, si no hay de un tipo, siempre vamos a poder tirar de otro (barritas, fruta, pasteles, manzana, … bebidas de uno u otro sabor, …) y nos funcionará mejor o peor pero, para salir del paso, nos puede servir.
Sin embargo, el agua es insustituible, la necesitamos sí o sí, nos pongamos como nos pongamos por lo que, puestos a escatimar en peso o espacio, debería ser la última cosa que deberíamos plantearnos en eliminar o limitar en nuestro “kit”.
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