Tabla de contenidos
ToggleNos lo sabemos de memoria, es una mantra que todo deportista debe repetir una y otra vez, bebe agua, toma sales, beba agua, toma sales…
Pero hay más factores que influyen a la hora de prevenir una deshidratación en la práctica del deporte, a continuación te presentamos 5 cosas que quizá no sabías acerca de este fenómeno que se manifiesta en el momento en el que la pérdida de líquido es superior a la ingesta.
1. Una pérdida del 2% de líquido respecto al peso corporal puede bajar hasta un 20% tu rendimiento
El volumen de agua en sangre baja, con lo que la tensión arterial puede reducirse. La sangre se vuelve más espesa y el corazón debe bombear más fuerte para hacer el mismo trabajo.
Suena mal ¿Verdad?
2. No sólo se trata de beber durante el ejercicio
La hidratación en las horas previas a la actividad física es vital, debemos llevar un plan de hidratación previo a cualquier competición, en este punto entran en juego las bebidas isotónicas, que nos ayudarán a reponer los electrolitos tanto antes como después del esfuerzo.
3. El ejercicio en frío o en altura aumenta la deshidratación
Esto es algo crítico, puesto que al padecer frío no percibimos la necesidad de hidratarnos del mismo modo que en situaciones donde el calor aprieta.
Es importante beber aunque no tengamos sed, tanto en frío como en calor, cuando llega la sed es que ya ha empezado el proceso de deshidratación.
4. La escasez de glucógeno influye negativamente
Te recomendamos que consultes esta guía de consejos nutricionales para que tu ingesta de glucógeno sea la adecuada.
5. Beber únicamente agua es contraproducente
Puesto que estamos eliminando el sodio sin reponerlo, lo que nos puede llevar a un estado de deshidratación hipotónica.
El ingerir cápsulas con sales minerales y electrolitos ayuda a evitar esta situación.