En el deporte la cabeza es tan o más importante que el físico, pero cuando hablamos de carreras larga de distancia no sólo nos referimos a «la prueba» en sí.
El reto empieza desde el minuto en el que nos planteamos afrontar el desafío, el momento en el que no tenemos la preparación adecuada y puede que quizá tampoco los conocimientos que hacen falta para llevar a cabo un proyecto de este tipo.
Este es el punto en el que empezar a adquirir hábitos para fortalecernos de cara a los en los momentos en los que nuestro ánimo o circunstancias nos lo pongan difícil para salir ahí a darlo todo.
En este artículo te presentamos 4 prácticas que te ayudarán a aumentar tu fuerza de voluntad y no decaer en el intento:
1. Una dieta baja en azúcares
El consumir azúcares nos va a proporcionar altos picos energéticos en los que estaremos más predispuestos a «ejecutar» tareas. Pero todo lo que sube baja y cuando ese azúcar se metabolice sin ser consumido vamos a experimentar un bajón que nos quitará las ganas de ponernos a entrenar.
La virtud está en mantener un nivel estable de azúcar en nuestro organismo, energía constante y sin sobresaltos, para ello te recomendamos que en tu dieta incluyas:
- Proteína procedente de carne magra: Pescado, carne blanca o carne roja con la mínima cantidad de grasa posible
- Semillas y frutos secos ricos en Omega 3: Como las nueces y los anacardos, proporcionan energía y además activan el metabolismo
- Fruta fresca: Preferiblemente por las mañanas y a mediodía, la manzana y el plátano son las más recomendadas
- Verdura: Especialmente aquella procedente de raíces como la zanahoria, la cebolla o el moniato.
Los cambios bruscos no suelen ser positivos, si tu dieta no incluye estos alimentos es mejor que los añadas paulatinamente o que los consumas en el desayuno.
Lee: Omega 3 para deportistas ¿En qué nos ayuda?
2. Dormir mucho bien
Cuando llevamos horas sin descansar el cuerpo realiza una mala absorción de la glucosa, esto lleva al cerebro a percibir que no estamos ingiriendo la suficiente, llevándonos a picar entre horas, comer cosas que no deberíamos y hacerlo en exceso. Muy mala combinación.
El truco aquí está no en dormir más horas, sino en acortar los periodos largos sin descansar. Es preferible dormir 7 horas por la noche y hacer una siesta de 1 hora que dormir 8 horas de una sentada. Nuestro cerebro lo agradecerá y nos hará funcionar más eficientemente.
Además podemos generar «reservas de descanso», aprovecha el fin de semana para acumular horas de sueño, esto nos hará empezar la semana con la cabeza más fresca.
6 motivos por los que dormir bien mejora tu entrenamiento
3. Evita las tentaciones
Esto quizá no tenga tanto a ver con la fuerza de voluntad, sino con la falta de ella. Si nos va el peligro mejor tenerlo lejos ¿Verdad?
No exponerse a las cervecitas, los dulces, el helado, el plato extra de pasta o las papitas parapicar es el mejor modo de no hacerlo.
¿El truco? Cuando hagas la compra hazlo con el estómago lleno, así evitarás llenar el carro con caprichos y en consecuencia tu nevera estará libre de «alimentos prohibidos».
4. Piensa a lo grande, actúa en pequeño
Cuando nos planteamos el reto nos invade la emoción, las ganas de llevarlo a cabo y el miedo al mismo tiempo. Pero conforme van pasando las semanas nos damos cuenta del mogollón que nos viene encima, entrenos, fisios, biomecánicos, pruebas de material, de suplementación… se nos hace bola, puede llegar a desmoralizar.
La solución a esto es dividir en fases el proyecto, y después en pequeñas porciones diarias o semanales de tareas. Plantéate pequeños objetivos fácilmente asumibles que te lleven a cumplir pedacito a pedacito el gran reto.
5 maneras de no aburrirte en tus entrenamientos
Llegar a 150km. en bici por semana, conseguir bajar de 4:30/km. durante 5km. el primer mes, dedicar X cantidad de dinero al mes a componentes y/o fisioterapeuta.
Esto te hará ocupar menos espacio mental, te generará menos estrés, aumentará tu motivación y tu fuerza de voluntad de cara a plantearte retos más ambiciosos cada semana o mes que pase.
