Este verano, al igual que muchas otras personas, he estado de vacaciones por mi tierra para estar cerca de la familia. Estos días van bien para desconectar y también, reconectar. En mi caso, una de mis reconexiones ha sido con el triatlón, ¡Cómo no!
Antes de seguir me gustaría aclarar, que este post es una reflexión pura y dura de verano, de esas que a veces nos hacemos y nos ayudan a mejorar tanto como entrenadores o deportistas. Éste es un artículo para esas personas que buscan que el deporte les ayude a mejorar su vida y creen que tener una planificación o unos objetivos deportivos definidos, queda reducido exclusivamente a atletas. Si te encuentras reflejado, sigue leyendo, para ver si mi reflexión puede ayudarte a cambiar de opinión y que veas la importancia de planificar cómo practicar deporte, sea por el motivo que sea que lo realices.
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ToggleEntrenar por salud: errores que debemos evitar
Estas vacaciones me han servido para observar a otros deportistas cuyo objetivo final era entrenar por salud. Me di cuenta, que las cosas esenciales cuando se practica deporte, aunque se tengan en cuenta, a veces se comete el error de dejarlas algo de margen, no porque no sean importantes, sino porque son obvias.
Durante los días que estuve de vacaciones, frecuenté a menudo la piscina de un gimnasio familiar, cerca de Manresa, donde pude enseñar a mis hijos a dar sus primeras brazadas. Me fijé que allí se encontraban nadando un amplio abanico de personas: desde muy jóvenes a personas muy mayores.
Mi formación profesional hizo que no pudiera evitar analizar de forma rápida la técnica de esos nadadores amateur, observando algunos comportamientos comunes en la gran mayoría de ellos, como, por ejemplo:
- Casi todos venían sin una botella o recipiente con líquido para hidratarse.
- Se ponían a nadar todos los metros que pudieran, sin calentar previamente.
- Llevaban muchos accesorios en su entrenamiento: pull buoys, palas, tablas, snorquels, atletas, etc.
- Bañadores muy cool.
- Relojes de última generación.
- Y, y lo peor de todo, con muy poca intención de trabajar la técnica de nado.
Al ver esas cosas me empecé a preguntar:
¿Para qué esas personas iban a trabajar la técnica si lo único que querían era relajarse después del trabajo? ¿O mejorar su salud o perder algún kilo? O simplemente, nadar por placer.
La respuesta es sencilla: por desconocimiento. Y es que si trabajamos la técnica no sólo nos ayudará a hacer nuestros entrenamientos más divertidos, pues tendremos ejercicios variados que nos harán ver la natación (u otro deporte) de manera mucho más amena y entretenida. Y es que la monotonía, ya sea tanto en el día a día, como nadando, corriendo, pedaleando o patinando (por ejemplo) nos terminará aburriendo. De ahí que si añadimos diferentes ejercicios en nuestro entrenamiento conseguiremos romper esa monotonía y estaremos más motivados. En el caso de la natación, conseguiremos nadar mejor y más rápido, sin importar nuestro nivel u objetivo.
10 consejos para mejorar nuestra técnica de entrenamiento
Ya seas un deportista novel como de élite, a continuación, te dejo unos consejos para mejorar más rápido de lo que jamás has imaginado:
- Siempre llévate a entrenar una botella llena con tu bebida isotónica favorita, te ayudará a mantener tu nivel de esfuerzo y podrás rendir como más te gusta. En mi caso es ISOTONIC DRINK.
- Calienta previamente, trabaja la técnica y enfríate después de entrenar: procura nadar unos cuantos metros antes del entrenamiento como calentamiento previo, por ejemplo, se pueden hacer un par de largos, pero pueden ser más o menos, todo dependerá de nuestra condición física o hábitos de entrenamiento. Una vez te pongas a nadar, intenta trabajar la técnica, para no hacerte daño cuando entrenes y así podrás disfrutar más del ejercicio. Una vez termines de nadar/entrenar, no te olvides del enfriamiento, algo tan fundamental como el calentamiento. El enfriamiento es una forma de recuperación activa y sirve para liberar tensión y hacer que la sangre fluya a través del cuerpo. Por ejemplo, una vez terminemos de entrenar, podemos nadar unos 200 metros sin presión, simplemente, nado libre para relajar el cuerpo y la mente.
- Si tienes dudas, pregunta siempre a un experto: si te han recomendado utilizar aletas, por ejemplo, puede que no tengas un nivel adecuado para ello y podrías sufrir alguna lesión o, también, podrías empeorar tu técnica de natación. Pregunta siempre antes a un entrenador o monitor, para evitar males mayores y sobre todo, mejorar tu técnica.
- Acostúmbrate a hidratarte: intenta dar pequeños sorbos de tu botella en cada pausa corta que tengas. Y es que muchas personas creen que el cuerpo no suda por estar en el agua, algo totalmente erróneo. Por eso, beber una bebida isotónica con sabor, además de aportar al cuerpo hidratos de carbono, nos ayudará a hidratarnos y aportará un extra a nuestra energía. Si deseas saber más de la importancia de la hidratación, clica aquí.
- Realiza recuperación activa entre series: procura introducir algunos ejercicios suaves de técnica, te ayudarán a recuperar mejor ya que el ritmo de ejecución siempre es a velocidad baja.
- Nada primero sin accesorios y luego añade el que más te guste: Si ya has cogido más experiencia en tu técnica de natación y utilizas un accesorio de manera habitual, como puedan ser guantes palmeados, aletas, pullbuoy, …, lo ideal sería que nadases entre 100 y 400 metros sin accesorio, a modo de transferencia. De esta manera nuestro cuerpo podrá asimilar y aplicar más fácilmente la técnica trabajada previamente.
- Intenta saber por qué utilizas un accesorio: de esta forma el entrenamiento tendrá más sentido.
- Si crees que tu técnica no es correcta, seguramente sea así: Si es necesario contrata durante un par de horas a un entrenador experto en natación para que te observe, que te haga un análisis de tu técnica y te dé unas direcciones a seguir, como por ejemplo que tienes que mejorar y que ejercicios tienes que hacer.
- Trabaja bien tus piernas: Y es que la gran mayoría de personas, entre ellas yo, no somos pateadores, por lo que, si trabajamos nuestra técnica para mejorar nuestra batida, esto nos ayudará a ganar más velocidad en el agua con el mismo esfuerzo.
- No te olvides del trabajo de fuerza: Y es que realizar ejercicios de fuerza en el gimnasio es un gran complemento, así que, si no lo haces todavía, una sesión de 45 minutos en la sala de fitness podría servirte como lanzadera para alcanzar esas metas que persigues.
En resumen, técnica, hidratación, planificación y utilización correcta de los accesorios en nuestros entrenamientos son muy importante para evitar errores. Pero, además, si cuidamos nuestra alimentación y tenemos constancia en nuestros entrenamientos, aunque nuestra intención no sea competir, dará como resultado una motivación alta a largo plazo y eso, es lo que nos ayudará a seguir entrenando durante mucho tiempo y alcanzar estos resultados que buscas ahora.
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