Las escasas inscripciones disponibles, una disciplina de ciclismo poco conocida y practicada en la península, la dureza del recorrido y sus exóticos y remotos sus paisajes la hacen muy muy especial. Hoy os traemos la Crónica de Badlands 2022, escrita y protagonizada en primera persona por Jesús Sánchez Bas. Después de muchos meses de limitaciones, este año me lo planteé con un calendario bien repleto de competiciones en las que únicamente buscaba nuevas experiencias en los deportes que más me han hecho disfrutar los últimos años; Gravel y Trailrun.
El recorrido sale de Granada ciudad, recorre pequeñas y recónditas poblaciones hasta llegar hasta la costa norte de Almería, la zona más poblada del recorrido, para volver de forma abrupta hacia el interior buscando las alpujarras almerienses y luego las granadinas para terminar en la cara sur del Veleta, en la pintoresca población de Capileira. Conocí BADLANDS gracias a los videos de YOUTUBE que desde 2012 me acompañan en las sesiones de rodillo y elíptica que hago en casa. Retos de deportistas amateurs y profesionales, competiciones, consejos acertados y no sobre dietas y hábitos saludables, recetas…. Luego algunos amigos graveleros me fueron contando hasta que no pude contener las ganas de inscribirme junto con Javi Cantos, amigo y experimentado ciclista en muchas disciplinas (ciclo-cross, mbt, ruta y, como no, gravel). En solo 2 años, este 2022 ha sido la tercera edición, se ha convertido en la prueba de ultra distancia en gravel de referencia en Europa. Las escasas inscripciones disponibles, una disciplina de ciclismo poco conocida y practicada en la península, la dureza del recorrido y sus exóticos y remotos sus paisajes la hacen muy muy especial.
Javi y yo, pese a inscribirnos en la modalidad SOLO, sabíamos que podríamos ir mucho tiempo juntos, ya que nuestro nivel técnico y de rendimiento es bastante similar, aunque en estas pruebas tan largas una pequeña diferencia sobre el papel se convierte en un abismo. Pese a nuestra inexperiencia en estas pruebas hablamos del tiempo aproximado de podríamos emplear en terminar la prueba y, “sin querer”, no fijamos el objetivo de llegar en 3 días, 72h horas. El mayor quebradero de cabeza fue concretar que necesitaríamos llevar en cuanto a ropa, material para pernoctar, powerbank y cableado, protección solar, crema anti-fricción, … Además, realizamos una ruta de 4 días que daba la vuelta a la Comunidad Valenciana que Javi concretó con el fin de ver si íbamos bien de entrenamiento, así valorar si equipaje pre-seleccionado era el adecuado o no para una non stop. Pero esto casi requiere de un artículo en exclusiva ya que tiene miga y depende de los objetivos de cada uno, el nivel de exigencia y lo que se pretenda experimentar.
Llegamos a Granada el sábado, día antes de la prueba. El hotel estaba a unos escasos 100 metros de la entrega de dorsales y la salida de la prueba, en el Palacio de Congresos de Granada. Cenamos muy bien, con unos buenos amigos y algunas cervezas y a dormir algo más tarde de lo deseado.
Es curioso como uno se prepara tanto mentalmente como físicamente para pedalear durante muchísimas horas seguidas y van pasando las horas sin apenas darnos cuenta. El cuerpo va calentando, vamos comiendo y bebiendo, disfrutando de los paisajes. La temperatura es agradable y esto nos permiten llevar un buen ritmo, quizá hasta más elevado de lo previsto. Se van sucediendo los kilómetros. Pasamos de los frondosos bosques de la Sierra de Huetor a matorrales y terrenos secos de la zona del desierto de Gorafe. De hecho, es a partir de esta localidad (quilómetro 130) donde empiezan los paisajes que dan nombre a la prueba. El desierto de Gorafe es una serie de “valles” escarpados por la lluvia durante siglos, por lo que tenemos una sucesión de bajadas y subidas con grandes y abruptas pendientes, que hacen que se haga muy duro y tedioso avanzar, y donde hay que medir los esfuerzos con mucho cuidado. Afortunadamente, el tiempo este año nos está acompañando y las temperaturas no pasan de los 35-37ºC a mediodía. Nada que ver con los más de 45ºC de la edición 2021. Empieza a anochecer y un bello atardecer con tonos rojizos hace de esos minutos un momento mágico, pese al cansancio acumulado. Las ganas y el descanso acumulado previo a la prueba han hecho que no hayamos realizado apenas paradas y hemos ido tirando de barritas y geles energéticos de 226ers durante todo el día.
Ya de noche pasamos de nuevo por Gorafe en el km 240. En principio la idea era parar aquí para hacer un descanso largo, pero decidimos alargar hasta Gor, en el km266; ya que nos encontramos con fuerzas para seguir.
Llegamos casi a medianoche, el bar del pueblo estaba abierto para la prueba, perfecto plato de comida caliente; pechuga, huevos fritos y patatas, ¡que más se puede pedir! Con la fuente justo enfrente y un parque infantil donde pudimos descansar unas horas antes de afrontar la segunda jornada.
Tras pasar las pequeñas y singulares localidades de Enix y Félix, nos adentramos en la sierra de Gádor por su cara norte con una subida de 20 kms, afortunadamente por pistas en perfecto estado. Una larguísima bajada nos lleva en la localidad de Instinción. Decidimos parar en el primer bar que encontramos abierto, pero en estos pueblos no entienden de horarios ni prisas empleamos mucho más tiempo del deseado en esta parada. Es por la tarde y nos acercamos a la Alpujarra, pero antes nos espera lo que para muchos será la ascensión más dura de todo el recorrido. Afortunadamente nosotros hemos pasado ya las horas de mayor calor, el Sol no nos castiga, pero si lo hace el tremendo desnivel. Afortunadamente la superficie es de hormigón y, pese a todo, contamos con buena tracción durante toda la ascensión. Son más de 2 horas de subida donde la velocidad apenas es de 8 km/h. Tenemos que sacar todas nuestras armas, avanzar sin pensar en nada y sacar fuerzas de flaqueza. Afortunadamente y como pasa durante toda la prueba, los paisajes y las vistas son espectaculares y te dejan boquiabierto y embelesado ayudando a que la fatiga y el cansancio se noten un poquito menos. Terminamos la subida ya en plena oscuridad y cerca de la localidad de Murtas. Nos espera una bajada técnica, con mucha pendiente y un terreno muy suelto. Llegamos a Cádiar, estamos a apenas 50 kms de llegar a meta, pero hemos pasado de medianoche y apenas nos queda comida. Además, las baterías de los cambios Sram se agotaron durante la tarde, no nos quedan baterías extra y los powerbank están agotados. Además, pensando que podríamos llegar en una jornada desde San José, decidimos deshacernos allí del equipaje necesario para hacer vivac, así como la ropa de abrigo y lo enviamos de vuelta a casa, por lo que pernoctar a la intemperie no era una opción, así que decidimos buscar una pensión donde dormir unas horas. Realmente y aunque parezca extraño, es el único momento de tensión que tenemos entre Javi y yo. No teníamos claro qué decisión tomar. Si parábamos a dormir o seguíamos sin conocer lo que nos esperaba. Los 3 días de ruta, el cansancio y la falta de sueño habían hecho mella en nosotros. Así cuesta mucho tomar decisiones y cada uno tenemos un punto de vista diferente. Finalmente decidimos parar a descansar, pensamos que es lo mejor para terminar la prueba disfrutando.
Llegados a meta, confirmamos que el parar anoche y llegar a meta con la luz de un nuevo día ha sido todo un acierto para disfrutar plenamente la experiencia. Finalmente hemos llegado con 74 horas exactas. Pero el tiempo empleado es lo de menos. Ha sido una experiencia increíble, imposible de explicar con palabras. Hemos llegado al límite de nuestras fuerzas, hemos disfrutado y hemos sufrido a partes iguales, aunque algunas partes han sufrido más que otras. La satisfacción de completar un reto de tal magnitud hace que incluso semanas más tarde, sigas disfrutando y rememorando la experiencia, casi como una obsesión.
Sin duda, esta primera edición no habría sido posible sin la ayuda de Javier Cantos quien preparó al detalle los tracks, graficas de las etapas previstas,… Infinitas gracias por aguantarme tantas horas y hacer posible que haya podido disfrutar de este evento. Gracias también por llevar la “radio siempre encendida” contándome pasadas anécdotas y por compartir tanto conocimiento del mundo del ciclismo conmigo. A ver qué nos depara 2023 😉 #FeedYourDreams Fuentes:Sport Life / Mundo Gravel / Ciclismo a Fondo
Tabla de contenidos
Toggle780 kilómetros de recorrido non stop con el objetivo de realizarlo en 72 horas
IRON GRAVEL 226, THE TRAKA 360, TRANSGRANCANARIA CLASSIC y ULTRA TRAIL VALL D´ARAN 100k eran importantes, pero todo estaba orientado a BADLANDS, 780km con casi 16.000m positivos en autosuficiencia. Nada parecido a nada que hubiera hecho antes, y que suponía todo un reto personal.Puntos que me parecieron especialmente cuidados en Badlands
La organización de la prueba, David y Azahara, cuidan mucho cada detalle con el fin de cuidar la esencia de la prueba. Puntos que me parecieron especialmente cuidados fueron:- Un recorrido único cada año que recorre y da a conocer las zonas más remotas y aisladas de Andalucía oriental.
- El concepto de autosuficiencia tan exigente como comprensible con el que se intenta introducir al participante de todo aquello totalmente autóctono, eliminando.
- No dejar ni generar ningún tipo de residuo.
- La implicación con el territorio con proyectos de recuperación y puesta en valor de lugares deshabitados con mucho valor histórico, paisajístico….